Su proyección a partir del discurso?de Macrón
Se podría decir que el complejo contexto de seguridad en Europa, dado a partir del conflicto ruso-ucraniano, ha sido uno de los principales factores de motivación para que el Palacio del Elíseo incremente sus preocupaciones por el sector Defensa, considerando el destacado rol militar que desempeña Francia en el contexto de la Unión Europea (UE), de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de la Organización de Naciones Unidas (ONU). En noviembre de 2022, Francia publicó una nueva Revisión Estratégica Nacional (RNS), que enfatizaba el deterioro del entorno de seguridad, la necesidad de reforzar la resiliencia en Francia y la importancia de la Alianza de la OTAN, además de la autonomía estratégica europea (IISS, 2024). Para el 2025, Francia ocupa el séptimo lugar dentro de los 145 países considerados en el ranking del Global Fire Power Índex, sólo detrás de los Estados Unidos, Rusia, China, India, Corea del Sur y Reino Unido (Global Fire Power, 2025).

Figura N°1 El poder militar de Francia. Nota: Elaboración propia (2025).
En marzo de 2025, Francia anunció la creación de un fondo de inversión para la defensa, en el cual sus ciudadanos podrán invertir sus ahorros. El ministro de economía francés, Eric Lombard, declaró al respecto que “las empresas [dedicadas a la defensa] necesitaran alrededor de 5.000 millones de euros de fondos propios, capitales nuevos, dinero de inversores públicos y privados para aumentar las cadenas de producción y desarrollarse” (RFI, 2025). Dicha declaración podría enmarcarse dentro de la Ley de Planificación Militar 2019-25, mediante la cual Francia pretende aumentar el presupuesto de mantenimiento y acelerar la modernización para, entre otras cosas, mitigar el efecto de las operaciones sobre la disponibilidad de los equipos a la luz de las lecciones aprendidas de los despliegues en el extranjero (IISS, 2024).
Actualmente, Francia, con un 9,6% de las exportaciones de armas a nivel mundial, es el primer exportador de armas en Europa, y el segundo del mundo después de Estados Unidos (43%) y por delante de Rusia (7.8%) (Djokic, Katarina; George, Mathew; et al., 2025).
Las palabras de Macron
El 13 de julio recién pasado, en la víspera de la celebración del Día de la Bastilla, el presidente Emmanuel Macron realizó el tradicional discurso dirigido a las Fuerzas Armadas[1], refiriéndose a diversas temáticas, entre las cuales destacan: las medidas para reforzar las capacidades militares de Francia ante amenazas como la persistente presión rusa, la postura de los Estados Unidos al respecto, la desinformación y el terrorismo (France24, 2025).
El discurso del presidente galo fue precedido, el viernes 11 de julio, por una rueda de prensa del Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el General Thierry Burkhard, quien se refirió a la amenaza “duradera” de Rusia en contra de los países europeos, a la retirada estadounidense y a Ucrania, donde “también está en juego (…) el lugar de los países europeos en el mundo del mañana”, la desinformación y los ataques híbridos, e incluso la lucha contra el terrorismo, agregando que “hacer oídos sordos” no resolvería nada, sino que se debe aceptar que “nos enfrentamos a un cambio de referencia estratégica”(France24, 2025).
[1] El discurso del presidente Macron se encuentra disponible en elysee

Figura N°2 Emmanuel Macron en el discurso presidencial del 13 de julio. Nota:Infobae (2025).
En el discurso presidencial del 13 de julio, el mandatario francés indicó que Europa se encuentra en un “momento de inflexión, durante el cual la libertad nunca había estado tan amenazada desde el final de la Segunda Guerra Mundial” (Sitio Oficial de la Presidencia de Francia, 2025). Al mismo tiempo, da cuenta de que la libertad en Europa está en peligro por la invasión en Ucrania y plantea a Estados Unidos como un socio incierto, en momentos en que el viejo continente bordea un vasto arco de crisis que parte del Golfo de Guinea, atraviesa el Sahel, y termina en Oriente Próximo e Irán. Frente a este escenario, Macron afirma que los europeos deben ahora garantizar “su propia seguridad, así como la libertad del modelo económico, la libertad del modelo democrático y político, la libertad individual, y la libertad de la nación” (Sitio Oficial de la Presidencia de Francia, 2025).
En el contexto de las amenazas actuales, el Presidente Macron pone en relieve la existencia del uso de la fuerza que no siempre es exclusiva de los Estados y que no siempre se dirige a los beligerantes, relacionándolo con el terrorismo islámico y la amenaza rusa que “siguen ahí”. Al respecto, declara que esto es una amenaza duradera que “debemos ser capaces de enfrentar” (Sitio Oficial de la Presidencia de Francia, 2025) y deja ver las ventajas con que Francia dispone en materia tecnológica y también en el “giro cuántico”, recursos que deben ser incluidos en el sector defensa para hacer frente a los posibles adversarios – regulares y/o irregulares – como actores de pleno derecho. Agrega que los últimos años han sido marcados por el “retorno de lo impensable: la amenaza nuclear y la proliferación de los conflictos mayores”, situación que implica contar con las capacidades adecuadas para hacer frente a todo tipo de situación, dejando una frase que lo así lo refleja: “Para ser libre en este mundo, hay que ser temido; para ser temido, hay que ser poderoso” (Sitio Oficial de la Presidencia de Francia, 2025).
Cabe destacar que las declaraciones del presidente Macron siguen una línea o tendencia en su retórica acerca de la seguridad de Francia, puesto que, ha señalado en reiteradas ocasiones este año, ya sea ante las fuerzas armadas galas o el cuerpo diplomático asentado en el país, su visión estratégica del escenario europeo, donde enfatiza en la guerra ruso-ucraniana, las tensiones con Rusia, la búsqueda de autonomía estratégica que debería adoptar el continente y el rol de Francia dentro de éste. Un ejemplo es su reciente participación en el foro de seguridad “Diálogos de Shangri-La 2025” (entre el 30 de mayo y el 1 de junio) en donde Macron expuso acerca de la amenaza de la agresión rusa en Ucrania, para advertir que esto podría incentivar a acciones similares en Asia, haciendo alusión a Taiwán y el Mar de China Meridional, con el fin de plantear que Europa y Asia deben adoptar una autonomía estratégica que les permita avanzar sobre la base de principios y responsabilidades comunes, y proponer una “coalición de independencia” entre ambos bloques continentales para resistir las presiones de las superpotencias (Agencia EFE, 2025; IISS, 2025).
Todos estos retos que visualiza el presidente francés en su discurso – referidos a los desafíos, riesgos y amenazas que actualmente enfrenta el país y el continente europeo – han llevado que en enero se realizara un balance de su entorno y de los desafíos futuros, desembocando en la publicación de la Revista Nacional Estratégica el 14 de julio pasado y pone de relieve una desinhibición del recurso a la fuerza, con una violencia creciente que no siempre es exclusiva de los Estados y que no siempre se dirige a los beligerantes.
En el mismo discurso del pasado 13 de julio, el presidente francés reiteró su esfuerzo por apoyar a las FF.AA. y anunció un aumento al gasto militar de 6.500 millones de euros en los próximos dos años. Francia aspirará a destinar 64.000 millones de euros anuales a gastos de Defensa en 2027, según Macron. Esta cifra es el doble de los 32.000 millones de euros que el país gastaba en defensa cuando llegó a la presidencia en 2017 (Khatsenkova, 2025; O’Sullivan, 2025).
Conclusiones
Desde hace ya un tiempo y con una Rusia que no ha cesado en su esfuerzo bélico, Francia, encabezada por su mandatario, ha intentado situarse como el pilar de la seguridad colectiva en Europa, situación que se ha visto reflejada en diversas instancias de participación internacional, en la narrativa del discurso de su presidente y, concretamente, en la alta inversión en Defensa, considerando además que el país galo constituye una potencia nuclear.
Como se puede constatar, cuando existen situaciones que amenazan los intereses nacionales de un Estado – en este caso, derivado de la situación de seguridad que ha afectado a Europa con la guerra ruso-ucraniana – exigen el compromiso completo del aparato estatal, considerando para el caso de Francia el alza en la inversión de defensa, el fortalecimiento de la resiliencia estratégica y el afianzamiento de las alianzas – tal como se ha observado históricamente desde la guerra del Peloponeso – que puedan hacer frente a los desafíos que Moscú está imponiendo.