Como se ha expuesto en informes de observatorios[1] anteriores de este Centro de Estudios Estratégicos, la disputa territorial entre Venezuela y Guyana por la región del Esequibo ha escalado significativamente en los días previos a las elecciones parlamentarias regionales para el territorio en cuestión, efectuadas el domingo 25 de mayo, conllevando acciones políticas, diplomáticas y militares. El presente informe busca revisar los últimos acontecimientos y comprender las implicancias de dichos eventos en la seguridad regional y la estabilidad internacional.
[1] Informe de Observatorio de Conflicto del Centro de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra del Ejército de Chile:
https://drive.google.com/drive/folders/1Bxr3xuH2fg3TtJ0FU40KLwZbgiEhjYrK (11/02/2025)
https://drive.google.com/drive/folders/1FfnrLCqZumMkN5gjA9ZJK0uxxvm5eGka (18/12/2023)
Últimos eventos
Inicialmente, es necesario tener a la vista que el problema sobre el Esequibo considera una pugna que se ha extendido por alrededor de 180 años. Sin embargo, dentro del contexto del conflicto, se genera una situación de “reto o desafío” con el referéndum venezolano de diciembre de 2023, que consultó acerca de la postura de la población de dicho Estado con respecto a la anexión de la zona en disputa. Los hechos que se describen a continuación constituyen parte de la crisis en curso y que se desarrolla en la dinámica de diferentes acciones y reacciones por una y otra parte. Queda pendiente en el futuro, determinar si el punto de resolución de esta crisis tendrá retorno o no, lo que podría resultar en una desescalada – vía herramientas de resolución pacífica del conflicto – o bien, finalizar en el empleo del potencial bélico que enfrente a ambas partes.
El gobierno de Nicolás Maduro ha intensificado su reclamación sobre el Esequibo mediante acciones políticas y legales. En tal sentido, las elecciones de autoridades para el Esequibo del 25 de mayo recién pasado constituyen una de las medidas de mencionadas. En éstas se eligió por primera vez a los representantes de la región del Esequibo, que no están bajo su real administración, dado que pertenecen a Guyana. Esto ha desafiado las advertencias realizadas por la Comunidad del Caribe (CARICOM[1]) que reiteró su apoyo a Guyana; y la cursada por Corte Internacional de Justicia (CIJ) que instó a mantener el statu quo sobre este territorio en disputa (Agencia France Presse; Paiva Mack, Alexis, 2025; DW, 2025; Singer, 2025). Estas medidas tienen como objetivo sentar precedente para consolidar una soberanía venezolana sobre el Esequibo y robustecer el apoyo interno del Estado, principalmente el de las fuerzas armadas.
[1] La Comunidad del Caribe o Caribbean Community (en su sigla CARICOM) a una organización cuya finalidad es fomentar la integración económica y la cooperación regional.

Figura N°1 Mapa de Zona de reclamación (Guayana Esequiba) por parte de Venezuela. Nota: BBC, (2023)
Respecto de Guyana, las autoridades nacionales han respondido ante la afrenta venezolana, reforzando su postura ante la CIJ y solicitando a la comunidad internacional condenar las acciones del gobierno de Nicolás Maduro. El presidente guyanés, Irfaan Ali, ha manifestado que su país no cederá parte del territorio del Esequibo a Venezuela “ahora ni nunca” y que su fuerza de defensa se encuentra preparada para “defender cada pulgada” del territorio (Silva, 2025; SwissInfo.ch, 2025; Paredes, 2023).
Desde una perspectiva operacional, se han registrado incidentes que han incrementado la tensión entre ambos Estados. Tal es el caso de lo ocurrido el 17 de mayo de 2025, donde el ejército guyanés fortaleció la vigilancia en la frontera a raíz de ataques ejecutados en contra de su contingente, los que habrían sido ejecutados por civiles armados desde territorio venezolano. Esta situación fue catalogada por el gobierno de Maduro como un “ataque de falsa bandera” perpetrado para victimizar a Guyana y acrecentar el apoyo internacional, lo que habría sido realizado con el apoyo del Comando Sur norteamericano (Agencia EFE, 2025).
Este último hecho se suma a la acción anterior, del 2 de marzo de 2025, cuando un buque militar venezolano incursionó en territorio marítimo en disputa, cerca de una plataforma flotante de la estadounidense Exxon Mobile para explotación, almacenamiento y descarga de petróleo. Este hecho fue considerado por el gobierno guyanés como una amenaza directa a su integridad territorial, respondiendo la contraparte venezolana que dicho territorio todavía “está por delimitarse” (Singer F. , 2025).
Situaciones como las descritas anteriormente han llevado al presidente Irfaan Ali a intensificar operaciones militares (en cuanto al posicionamiento y despliegue de la fuerza) y solicitar, además, a las comunidades indígenas de la zona su apoyo para llevar a cabo tareas de monitoreo en la frontera. Adicionalmente, ha buscado apoyo en la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos, para advertir al gobierno de Nicolás Maduro acerca de las consecuencias que pudiese tener este tipo de agresiones.
Esta dinámica de acción, reacción y contra reacción enmarcada en la crisis, ha generado que se emplee al instrumento militar para robustecer su presencia en la zona en disputa. Por su parte Venezuela, ha desplegado fuerzas en áreas próximas al Esequibo y ha determinado una Zona de Defensa Integral de la Guayana Esequiba[1], lo cual permitiría ejercer aún más un control efectivo sobre el territorio, además de demostrar su capacidad de respuesta ante cualquier incursión. Adicionalmente, Guyana ha reforzado sus patrullajes en el río Cuyuni y hacia posiciones en zonas fronterizas como Eteringbang y Makapa, con lo que pretende disuadir posibles incursiones venezolanas y garantizar la seguridad de su territorio.
Figura N°2 Mapa de red fluvial del Esequibo
Nota:BBC, (2023)

Las fuerzas militares de las contrapartes
Dada la dinámica de los eventos ocurridos en esta situación de escalada, es relevante observar los potenciales de combate con que cuentan Guyana y Venezuela, respectivamente. A partir de la información disponible en la Tabla N°1, se aprecia la ventaja numérica en personal y material a favor de Venezuela, sin embargo, no se considera el potencial que podrían involucrar terceros actores en apoyo a Guyana en un posible conflicto, como ha sido el caso de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.
[1] El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, creó la Zona de Defensa Integral de la Guayana Esequiba, la cual consiste en 3 áreas de Desarrollo Integral y 28 sectores de Desarrollo Integral, dependiente militar y administrativamente de la Región de la Defensa Integral de Guayana. Esta Zona de Defensa Integral tendrá sede en Tumeremo y provisoriamente estará a cargo del Mayor General Alexis José Rodríguez Cabello, como autoridad única en la Guayana Esequiba (Ministerio del Poder Popular para la Defensa , 2023).
Tabla N°1 Comparación de Capacidad de Fuerzas de Guyana y Venezuela.
Nota: Elaboración CEEAG con información obtenida de The Military Balance 2023 (IISS, 2024).

Conclusiones
La disputa por el Esequibo aún se mantiene en el contexto de la crisis, generándose diversas acciones por parte de ambos Estados y que se ha desarrollado con el empleo de los diferentes instrumentos del poder nacional (diplomático, de información, militar, económico) de cada parte. Por tanto, la crisis ha ido en escalada, con medidas que en muchas ocasiones desafían la soberanía estatal y el derecho internacional, lo cual aumenta el riesgo de que el desenlace derive en una confrontación directa entre las fuerzas de Venezuela y Guyana, de no generarse un manejo de resolución pacífica de conflictos.
En consecuencia, la celebración de elecciones del 25 de mayo pasado y las acciones militares antes descritas, hacen visualizar que la situación se encuentra lejos de solucionarse con un acuerdo bilateral, hecho que no ha quedado fuera de la observación internacional. La comunidad internacional ha dejado patente su descontento, principalmente, frente a las acciones realizadas por el gobierno de Nicolás Maduro y han emitido su opinión al respecto, buscando intervenir para evitar la agudización de esta crisis, que finalmente podría afectar la estabilidad regional.