Centro de Estudios de la Academia de Guerra

Desde principios de mayo de 2025, se ha visto una escalada gradual del conflicto entre Israel y los hutíes[1], la cual partió con una ofensiva del grupo yemení con misiles lanzados hacia territorio israelí, donde fue alcanzado el aeropuerto Internacional de Ben Gurion, ubicado en la localidad de Lod (sureste de Tel Aviv), lo que motivó una rápida contraofensiva por aire y mar por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Como contra reacción, los hutíes intensificaron sus ataques hacia el Mar Rojo, hundiendo embarcaciones con bandera de Estados que apoyan a Israel o bien, de bandera israelí, dejando graves consecuencias económicas para las empresas navieras y la economía global. Es por ello, que en el siguiente informe se abordarán las últimas operaciones militares, su evolución y su impacto económico.

[1] Para profundizar visitar sitio web del Centro de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra (CEEAG). “Actualización del Conflicto en el Mar Rojo: Operación Rough Rider y el Desafío Hutí” (05MAY2025). Referencia

Cronología de los ataques más importantes ocurridos desde mayo a la fecha

El 4 de mayo recién pasado, los hutíes lanzaron un misil balístico al aeropuerto internacional Ben Gurion, el cual alcanzó la zona perimetral de dicha instalación, provocando daños materiales a infraestructura vial y dejando un total de 8 heridos. La defensa aérea israelí no logró interceptar el misil, lo que impulsó una respuesta inmediata por parte de las FDI. Al día siguiente, Israel desplegó 30 aviones para atacar 9 objetivos hutíes en Hodeidah, incluyendo el puerto y fábricas de hormigón que se presume utilizaban como coartada para la elaboración de armas, con estimaciones de daños por unos US$ 900 millones (Ynet, 2025).

El 6 de mayo, la Fuerza Aérea israelí destruyó la pista del aeropuerto de Sanaa (capital de Yemen), 3 aeronaves civiles, hangares y plantas energéticas en la zona; las pérdidas ascendieron aproximadamente a US$ 140 millones (Israel Económico, 2025). Los ataques al aeropuerto de Sanaa y a aeronaves civiles y comerciales de Yemenia Airways continuaron a lo largo del mes, sin embargo, el ataque más destacado fue el del 28 de mayo, cuando las fuerzas israelíes destruyeron el último avión comercial de la mencionada aerolínea, los que presumiblemente eran utilizados por los hutíes (DW, 2025).

Tras estos ataques, los hutíes continuaron lanzando misiles y drones, los que fueron interceptados en su mayoría por el sistema de defensa antiaéreo de Israel, en medio de una alerta para Jerusalén y Cisjordania (El País, 2025). El 19 de junio, las FDI dirigieron un ataque aéreo en contra de un grupo de altos oficiales hutíes, que se encontraban en la ciudad de Sanaa, con el objetivo principal de eliminar al jefe militar Muhammad Abd al‑Karim al‑Ghamari, sin embargo, este ataque resultó difuso y las fuerzas israelíes optaron por no emitir información acerca del ataque, sólo se remitieron a señalar que el intento de asesinato no fue exitoso (Israel Noticias, 2025). La primera evaluación del daño de batalla determino que el blanco señalado había sido eliminado, sin embargo, luego se desmintió y se informó que sólo había sido gravemente herido.

Como ha quedado patente, el conflicto entre Israel y los hutíes ya dejó de lidiarse en el espacio marítimo para trasladarse al terrestre, sin embargo, esto no significa que no existan operaciones en dicho frente. El 10 de junio, por primera vez el portaaviones naval israelí Sa’ar 6 atacó las instalaciones portuarias controladas por el grupo de insurgentes yemeníes en Hodeidah, dejando inoperativa la infraestructura del puerto. Dicho puerto se encuentra distante a 1800 kilómetros del territorio israelí (Iton Gadol, 2025). Durante el 6 de julio, las FDI lanzaron un ataque combinado (aire y mar) en contra de 3 puertos: Hodeidah, Ras Isa y As-Salif, además de la central eléctrica Ras Khatib (Sky News, 2025). Además, atacó el sistema de radar del buque portavehículos Galaxy Leader, el cual fue capturado por los hutíes en noviembre de 2023 y estaba atracado en el puerto de Hodeidah.

Figura N°1 Mapa de puertos y central eléctrica atacados por las FDI el 6 de julio de 2025. Nota:(Aljazeera, 2025)

Incidentes en el Mar Rojo

Tras suspender sus ataques en contra de buques estadounidenses durante el alto el fuego establecido entre los meses de mayo y julio, los hutíes retomaron sus acciones en contra de blancos marítimos. Así, los días 6 y 7 de julio, hundieron los barcos Magic Seas y Eternity-C respectivamente. El primero, con bandera liberiana, fue atacado el domingo 6 de julio, pero reivindicado al día siguiente en la tarde por los hutíes, quienes señalaron que este fue en respuesta a las reiteradas

violaciones de la prohibición de entrada a los puertos palestinos ocupados por parte de la compañía propietaria del barco (en referencia a Israel) (Aljazeera, 2025).  Sin embargo, el representante de la naviera Stem Shipping, mencionó que el barco no tenía ningún tipo de relación con el conflicto ni con Israel, ya que transportaba hierro y fertilizantes desde China a Turquía.

Esta embarcación se incendió tras el ataque con misiles y lanchas blindadas anti-drones, lo cual obligó a la tripulación y 3 guardias armados a abandonar el barco. Por su parte, Emiratos Árabes Unidos declaró haber rescatado a los 22 tripulantes (19 tripulantes y 3 guardias).

El Eternity-C fue afectado mediante una embarcación no tripulada y seis misiles de crucero y balísticos, justificando los yemeníes el ataque como un acto de solidaridad con los palestinos en Gaza, ya que el buque se dirigía a Eilat en Israel (DW, 2025). El ataque fue dirigido hacia el puente de mando, causando bajas en la tripulación, mientras que los sobrevivientes fueron tomados como rehenes por los hutíes, a la vez que el 9 de julio confirmaban el hundimiento de la embarcación (Raydan & Nadimi, 2025).

Estos hundimientos de buques comerciales en el Mar Rojo son los primeros ocurridos desde diciembre de 2024.

Perspectiva militar y económica del conflicto entre Israel y los hutíes

El conflicto entre Israel y el grupo insurgente yemení se ha mantenido en una lógica asimétrica, con Israel empelando ataques de precisión a gran distancia en una combinación aire-mar. Dichas acciones se han enfocado en la interrupción 

del sostenimiento para los hutíes, afectación de su mando y control, y destrucción de plataformas de lanzamiento de misiles, todo esto con el propósito de afectar su capacidad operativa.

Por su parte los hutíes han lanzado misiles y drones en contra de infraestructura crítica israelí, con la finalidad de afectar moral y políticamente. Un ejemplo de ello es el uso de drones explosivos y speedboats[2] dirigidos en contra de embarcaciones vinculadas a Israel o al tránsito marítimo internacional ejercer presión económica.

Estos enfrentamientos han supuesto un impacto relevante en la economía global, ya que las rutas marítimas han sido interrumpidas y las primas de los seguros y desvíos, han encarecido el transporte de petróleo y de productos, especialmente para las empresas navieras que transitan por el Canal de Suez y el Mar Rojo (El País, 2025). Esto ha supuesto una reacción por parte de la comunidad internacional, con foco en Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea, llevando a los dos primeros actores a marcar su presencia con fuerzas militares en la región, ya sea con contingente o mediante operaciones de resguardo del libre tránsito, como el caso de Aspides (UE, 2025) y Prosperity Guardian (Center for Maritime Strategy, 2024). Si bien, estas operaciones significan un alto gasto para cada Estado involucrado, se condicen con las alianzas históricas con que cuenta Israel y, además, buscan la protección del comercio marítimo. No obstante, los esfuerzos realizados no han logrado disuadir o derrotar las capacidades militares de los hutíes, ni siquiera con campañas ofensivas, como la operación Rough Rider, puesto que, los ataques a embarcaciones han continuado y no se ha podido garantizar totalmente la libre navegación de las principales navieras, por lo que siguen evitando transitar por la región (Raydan & Nadimi, 2025).

[2] Son embarcaciones pequeñas más conocidas como lanchas rápidas.

Conclusiones

Desde el 4 de mayo a la fecha, la dinámica entre Israel y los hutíes se ha mantenido en un ciclo de acciones y reacciones que han marcado la dinámica del conflicto. A pesar de lo que podría apreciarse como un grupo irregular contraponiéndose a una de las fuerzas armadas más preparadas del mundo, es justamente el empleo irregular lo que entrega la fortaleza a la organización insurgente, sumado el constante apoyo que Irán ha logrado brindar a través de recursos de guerra. Las acciones de los hutíes han tenido repercusiones que afecta finalmente a la esfera económica global, situación que no ha logrado ser neutralizada totalmente por Israel y sus aliados.

Por otra parte, se puede apreciar que, a pesar de mantener una campaña aérea permanente, los esfuerzos israelíes no han sido suficientes para doblegar totalmente a los hutíes, más aún cuando el grupo insurgente cuenta con instalaciones subterráneas y coberturas a las actividades irregulares que desarrollan, tónica que se ha ido repitiendo en los enfrentamientos entre las FDI y sus contrapartes que actúan de manera asimétrica (incluyendo a Irán), logrando anular capacidades de los dominios aéreo y espacial que enfrentan una amenaza subterránea u oculta bajo coberturas de diferente tipo.

Finalmente, se estima que en el conflicto contemporáneo y empleando las variables de la perspectiva de sistemas del JIPOE (PMESII-PT) el empleo de la fuerza en contra de la infraestructura (crítica, de sostenimiento, industrial, etc) cobra gran relevancia para mermar la voluntad y la potencia que pueda emplear una fuerza regular y/o irregular para la consecución de sus objetivos de guerra.

Revisa el material de apoyo

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