La región de Catatumbo – ubicada en el departamento Norte de Santander, Colombia – ha sido desde la década del ’70 un epicentro de conflicto armado, debido a su posición geográfica y riquezas en recursos naturales, como el petróleo y los cultivos de coca. Desde el 16 de enero de 2025 a la fecha, esta área ha experimentado una escalada en la curva del conflicto, ya que transitaron desde una tensa coexistencia entre grupos guerrilleros hacia la intensificación de la violencia entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quienes pugnan por el control de las rutas del narcotráfico y la explotación ilegal de los recursos naturales en el Catatumbo. Este escenario ha tenido varias repercusiones, entre ellas, una crisis humanitaria sin precedentes en la zona.
El presente Informe de Observatorio aborda la situación actual de las guerrillas en el Catatumbo, además, de las causas del conflicto, las dinámicas de los actores intervinientes y las respuestas del Estado colombiano ante la situación.
Figura 1
Mapa de la zona del Catatumbo, Colombia
Nota: BBC, 2025.
Catatumbo: corredor estratégico para las economías ilegales
Desde que se firmó el Acuerdo de Paz entre el gobierno de Colombia y las FARC (2026), que derivó en la desmovilización de este grupo paramilitar, el ELN ha fortalecido su presencia en las áreas previamente controladas por las FARC, incluyendo Catatumbo, llenando los vacíos de poder. Sin embargo, el acuerdo el cuestión no fue aceptado por la totalidad de las FARC, generándose facciones de “descolgados” que continuaron operando para consolidar su control sobre los corredores estratégicos empleados para el tráfico de drogas y de armas, lo cual ha derivado en enfrentamientos por el control territorial de economías ilícitas en varias zonas selváticas de la región.
En este contexto, desde el 16 de enero de 2025, se ha registrado una intensificación de los enfrentamientos entre el ELN y el Frente 33, compuesto por disidencias de las FARC-Ejército del Pueblo (EP) en Catatumbo. Según el Ministerio de Defensa, la cifra de muertos asciende a 56 personas y los desplazados alcanzan las 54.098 personas, que abandonaron la zona dada la violencia de las guerrillas y se trasladaron a ciudades como Cúcuta, Ocaña y Tibú e incluso a Venezuela, pronunciando la crisis humanitaria en la región (Cardozo, 2025; Grippo, 2025). El ELN ha sido responsabilizado por ataques directos contra civiles y excombatientes de las FARC que se acogieron al proceso de paz, lo que llevó al gobierno de Gustavo Petro a suspender los diálogos de paz con esa facción (Torrado, 2025). En noviembre de 2024, la Defensoría del Pueblo[1] ya había levantado alertas sobre el riesgo de posibles enfrentamientos entre las guerrillas en la región y la amenaza de la intervención de grupos armados ilegales, hecho que se concretó el pasado 16 de enero con la ofensiva del ELN en contra de las disidencias de las FARC (Pérez, 2025).
Es factible de apreciar en el marco de la situación vigente que existen diversos factores que han influido en esta escalada del conflicto, siendo algunos de ellos el alto valor que representan las economías ilícitas para los grupos guerrilleros; la existencia de vacíos de poder que se generaron a partir del acuerdo de paz de 2016, con el consiguiente interés del ELN de llenarlos y el esfuerzo de las disidencias de las FARC por no ceder el control territorial; y la influencia exterior reflejada en apoyos encubiertos del Gobierno de Venezuela al ELN (Ospina, 2025). A pesar de que el gobierno de Maduro rechaza este último cuestionamiento, persiste la idea de que el ELN corresponde a un brazo armado de Maduro, dado que se presentan vínculos que se fortalecieron desde el gobierno del otrora presidente colombiano Álvaro Uribe quien, con su fuerte accionar en contra de las guerrillas, generó el desplazamiento del ELN hacia Venezuela y su posterior acercamiento de este grupo con el gobierno de Nicolás Maduro. A esta última administración se le adjudican ejecuciones y la protección de criminales responsables de masacres, además de respaldar el narcotráfico, contando con el citado grupo paramilitar para ello y que opera en ambos lados de la frontera (Pérez, 2025).
No obstante lo anterior, el gobierno venezolano ha movilizado a más de 600 tropas militares a la zona fronteriza con la región de Catatumbo, como parte de la operación “Escudo Bolivariano”, ejercicio militar cuya finalidad es asegurar las fronteras de Venezuela de toda amenaza externa y declarando que no será neutral ante el conflicto ni el actuar armado de los terroristas colombianos (Pérez, 2025). Adicionalmente, el 19 de enero, el gobierno venezolano dispuso la asignación de recursos para mitigar la crisis que se vive en Colombia y tres días más tarde, el 22 de enero, fue el mismo ministro del interior, Diosdado Cabello, quien visitó el Catatumbo en “apoyo al pueblo de Colombia” (Pérez, 2025).
Por su parte, Colombia ha implementado medidas para afrontar y mitigar el conflicto que se vive en la región de Catatumbo, el presidente Gustavo Petro declaró Estado de Conmoción Interior[2] con la finalidad de restaurar el orden en el lugar, imponiendo toque de queda y restricciones al libre tránsito sin la necesidad de aprobación del Congreso (Suárez, 2025). Además, reforzó a las fuerzas que se encontraban en la región con un contingente de 300 soldados adicionales, para robustecer las operaciones en contra del ELN y las disidencias de las FARC. Finalmente, suspendió los Diálogos de Paz y reanudó las órdenes de captura contra los líderes del ELN, lo cual da una señal de cambio de estrategia del gobierno de Petro frente a las guerrillas.
Figura 2
Mapa de las zonas principales afectadas por los enfrentamientos entre guerrilleros
Nota: El País, 2025.
Conclusión
El enfrentamiento armado que se ha suscitado en la región de Catatumbo es una manifestación del poder del narcotráfico y las narcoguerrillas que, como una amenaza no convencional, buscan mantener el control territorial y el flujo permanente de las economías ilegales, siendo el narcotráfico la principal de ellas. Sin embargo, a pesar de la no convencionalidad de las guerrillas, constituyen un adversario interno que se enfrenta mediante el empleo de las Fuerzas Armadas de los Estados afectados, lo cual se realiza bajo un marco legal específico que lista a estos grupos como blanco militar.
En términos de la amenaza que constituyen, estos grupos no obedecen a una lógica estatal-territorial, dado que su característica de transnacionalidad no reconoce de fronteras ni soberanías, presentándose incluso en zonas discontinuas que pueden amenazar a la seguridad nacional de otros Estados. Esto representa un desafío colectivo de los Estados que, en muchas ocasiones, deben enfrentar de forma combinada a este tipo de flagelos, lo cual se moldea también a partir de las relaciones bilaterales preexistentes entre dichos países y que pueden mermar un real trabajo integrado, a partir de la contraposición de otros intereses diferentes a los que representa la lucha en contra de tales amenazas.
Se aprecia que, a pesar de diversos esfuerzos que ha realizado el Estado de Colombia por contrarrestar a los grupos guerrilleros a lo largo de varias décadas, con la implementación de diversas estrategias, es altamente complejo operar en contra de ese tipo de organizaciones, sobre todo cuando se encuentran consolidadas territorialmente. Esto se complejiza aún más cuando existen disputas entre grupos, como es el caso del ELN y las FARC-EP, hecho que deriva en profundas consecuencias humanitarias.
Si bien, la resolución de este conflicto está lejos de ocurrir, dado que va más allá del mero empleo de una fuerza militar, se estima que la intervención conjunta de fuerzas colombianas y venezolanas podrían estabilizar en algo la situación de Catatumbo para poder buscar algún acuerdo posterior con la guerrilla y detener la escalada de violencia en la región. Este esfuerzo debe tender a buscar el restablecimiento del estado de derecho en la zona y, con esto, que la población desplazada pueda retornar a sus hogares, la economía regular se pueda reactivar, y así intentar alcanzar cierto estado de normalidad.
Colombia ha mantenido durante décadas la lucha en contra de movimientos narco guerrilleros, pudiendo apreciarse que dichas agrupaciones tienen la capacidad de mutar y adaptarse a las diversas circunstancias que se les contrapongan, afirmándose en el control territorial de espacios geográficos de difícil acceso; en el acceso y empleo de armamento de diverso tipo; en prescindir del respeto de la norma legal como un todo; y en una estructura paramilitar que cuenta con recursos económicos suficientes para subsistir y que, incluso, sirven para influencias diversas esferas de poder local.
Referencias
Cardozo, R. (06 de febrero de 2025). Catatumbo: fuego cruzado bajo la sombra de Caracas. Obtenido de Deutsche Welle – DW: https://www.dw.com/es/catatumbo-fuego-cruzado-bajo-la-sombra-de-caracas/a-71532156
Cueto, J. C. (24 de enero de 2025). Por qué es clave el Catatumbo, la rica región de Colombia que se disputan el ELN y disidencias de las FARC y que desató una crisis humanitaria. Obtenido de BBC News Mundo: https://www.bbc.com/mundo/articles/cwyev560zgxo
Defensoría del Pueblo de Colombia. (2025). Entidad: Qué hacemos. Obtenido de Defensoría del Pueblo de Colombia: https://www.defensoria.gov.co/web/guest/que-hacemos
Grippo, M. (09 de febrero de 2025). Colombia: los muertos en el Catatumbo aumentan a 56 y los desplazados a más de 54.000 . Obtenido de France 24: https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20250209-colombia-los-muertos-en-el-catatumbo-aumentan-a-56-y-los-desplazados-a-m%C3%A1s-de-54-000
Ospina, D. (25 de enero de 2025). Informes de inteligencia advertían escalada de violencia en el Catatumbo desde 2024: régimen de Nicolás Maduro estaría vinculado . Obtenido de Infobae: https://www.infobae.com/colombia/2025/01/26/informes-de-inteligencia-advertian-escalada-de-violencia-en-el-catatumbo-desde-hace-un-mes-regimen-de-nicolas-maduro-estaria-vinculado/
Pérez, M. (24 de enero de 2025). Arde el Catatumbo colombiano: el rol del ELN y Venezuela en la ola de violencia . Obtenido de France 24: https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20250124-arde-el-catatumbo-colombiano-el-rol-del-eln-y-venezuela-en-la-ola-de-violencia
Suárez, A. (24 de enero de 2025). Colombia president decrees emergency powers to restore order in coca region wracked by rebel combat. Obtenido de The Associated Press – AP: https://apnews.com/article/colombia-president-decree-powers-coca-region-c750a090635dff5ba6231c99e52ee919
Torrado, S. (06 de febrero de 2025). Proceso de paz con el ELN: fin del cese al fuego, secuestro y suspensión de los diálogos con el Gobierno Petro . Obtenido de El País: https://elpais.com/america-colombia/2025-02-06/proceso-de-paz-con-el-eln-fin-del-cese-al-fuego-secuestro-y-suspension-de-los-dialogos-con-el-gobierno-petro-clone.html
[1] La Defensoría del Pueblo es una entidad autónoma e independiente que tiene como misión promover y proteger los derechos de humanos, libertades y garantías de los habitantes del territorio nacional y de los colombianos residentes en el exterior, frente a actos, amenazas o acciones ilegales, injustas, irrazonables, negligentes o arbitrarias de cualquier autoridad o de los particulares (Defensoría del Pueblo de Colombia, 2025).
[2] El Estado de Conmoción Interior se declara cuando la estabilidad del país en aspectos como sus instituciones, la seguridad y la convivencia, se encuentra amenazadas y no pueden ser estabilizadas a través de las funciones ordinarias de la Policía Nacional. El equivalente en Chile es el Estado de Sitio o Emergencia, ambos utilizados para fines de restablecer el orden interior del país.