Cese al fuego en Medio Oriente: ¿Cómo construir caminos de paz en un conflicto en escalada?
Se ha cumplido un año del ataque del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en contra del Estado de Israel, perpetrado el 7 de octubre de 2023, el cual dio origen a una nueva etapa de conflictos en Oriente Medio. En este período, caracterizado por la respuesta de Israel principalmente en la Franja de Gaza y por diversos ataques desde Irán, Yemen y el Líbano a territorios y capacidades israelíes, la crisis se encuentra en un aumento significativo de la intensidad y número de las acciones militares desde los diversos actores, situación que ha sido posible analizar en las sucesivas entregas del Observatorio de Conflictos CEEAG.
Pese a los continuos llamados a la paz por parte de países y organizaciones internacionales, a los esfuerzos disuasivos desplegados por potencias como Gran Bretaña y Estados Unidos; a las aceleradas gestiones diplomáticas efectuadas por países clave; y a los acercamientos de los contrincantes por sumarse a acuerdos de alto al fuego, la crisis en la zona se encuentra en un complejo escenario para encontrar una salida pacífica o, al menos, una tregua.
La palabra paz en Medio Oriente ha sido esquiva, debido al enfrentamiento histórico de los mundos árabe e israelí. Medio Oriente de un año atrás ya era azotado por graves conflictos, aunque poco mediáticos. Se encontraban en curso la guerra civil en Siria, que se extendía desde 2011 y donde ha intervenido militarmente Rusia, y la guerra civil en Yemen, con participación de Arabia Saudita, y que ha provocado una de las crisis humanitarias más graves del mundo, con 12 mil muertes civiles y un 80% de pobreza. Ambas guerras en Siria y Yemen suman 7 millones de desplazados; a lo cual, alargando el radio de análisis, se podría incorporar la crítica situación en Irak. Así, la guerra en esta zona se ha transformado en una destructiva normalidad.
Esfuerzos conciliatorios: las “pausas humanitarias”
A pesar de que la pugna actual en el Medio Oriente no obedece a un paradigma interestatal, la Carta de las Naciones Unidas plantea un marco de arreglo pacífico de controversias (Capítulo IV). Al respecto, la Carta señala que, cuando exista una controversia que pudiera poner en riesgo la paz y la seguridad internacionales, las partes “tratarán de buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elección” (Art. 33). Tales vías de solución, dependiendo de la voluntad de los beligerantes y la postura de terceros actores, siguen vigentes en este conflicto. Actualmente, los esfuerzos para un cese al fuego en Gaza están centrados en la diplomacia, cuyo trabajo se ha acelerado durante las últimas semanas, para intentar apaciguar una escalada que podría arrastrar al conflicto a una guerra global, con alto riesgo nuclear.
Al respecto, cabe consignar que, desde la embestida de Hamás en octubre de 2023, la ofensiva de Israel y sus Fuerzas Armadas (FDI) ha evolucionado de un área de combate inicial, en la Franja de Gaza, a un total de siete frentes abiertos, tres de ellos en contacto directo con su territorio: Gaza, Cisjordania al este y la frontera norte con el Líbano. Los otros cuatro se localizan, actualmente, en Yemen, Siria, Irak e Irán, los cuales se mantienen abiertos para neutralizar a grupos armados del denominado “Eje de la Resistencia”, especialmente Hezbolá. Pese a que las operaciones militares en Cisjordania (llamada “Summer Camps”) y en el Líbano (denominada “Flechas del Norte”) se iniciaron el 28 de agosto y el 23 de septiembre, respectivamente, durante este año de conflictos el centro de la preocupación internacional ha sido el choque Israel-Hamás en Gaza.
El lamentable resultado de víctimas en Gaza es desolador: 1.200 muertos y 250 secuestrados israelíes –algunos se encuentran aún en manos de las milicias propalestinas–, sumadas a los 42 mil muertos y 97 mil heridos palestinos, que representan, según la OMS, al 6% de la población de la franja (EFE, 2024). Según la ONU, 1,9 millones de personas han sido desplazadas, es decir, el 80 % de la población gazatí (Deutsche Welle, 2024). Si se considera a las víctimas en el frente norte, donde el 1 de octubre comenzó la ofensiva terrestre de las FDI, en el Líbano casi 500 personas han muerto y cerca de 1.700 han sido heridas de consideración desde el comienzo de los ataques israelíes. Este panorama debe ser complejizado por problemas socioeconómicos como falta de servicios básicos, plagas de enfermedades, y hambre generalizada, entre otros.
El camino hacia la paz en este conflicto comenzó en el propio mes de octubre de 2023, en medio de los llamados de gobernantes, ministros, embajadores y organizaciones humanitarias para un alto al fuego. Fue Estados Unidos quien ejecutó las primeras acciones de disuasión militar y de liderazgo político en la búsqueda del diálogo. Mientras fue el primero en enviar portaaviones y otras capacidades al Mar Mediterráneo, seguido por Gran Bretaña, también fue el que inició las primeras acciones diplomáticas de la mano del incansable secretario de Estado, Antony J. Blinken, quien el 10 de octubre ya viajaba a Israel. El propio presidente Joseph Biden realizó su primer y único viaje a Tel Aviv diez días después del ataque de Hamás, frustrándose, no obstante, una cumbre con líderes de Jordania, Egipto, y el Gobierno Autónomo Palestino.
Como aliado histórico de Israel, Estados Unidos ha sido enfático en mostrar su solidaridad con el pueblo israelí y en apoyar el derecho de este estado a defenderse, intentando, no obstante, influir en las decisiones que se tomen en Tel Aviv. Si bien Blinken ha estado detrás de los diferentes acuerdos humanitarios y de cese al fuego, su persuasión hacia el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no ha sido del todo efectiva, tanto para poner fin a las hostilidades (CNN en Español, 2023) como para discutir temas clave para una paz duradera, como el de la conformación de un Estado Palestino (The New York Times, 2024) y el dominio de los lugares sagrados (RUSI, 2024).
Figura 1
Línea de tiempo con algunos de los hitos más relevantes de las negociaciones de paz en el conflicto en la Franja de Gaza (2023-2024)
(Fuente: CEEAG – elaboración propia).
Noviembre inició una etapa donde la meta era alcanzar “pausas humanitarias”, en las que, además de una detención de los combates en Gaza, se estableciera una liberación parcial de rehenes y la asistencia a la población civil. Después de la primera resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre “pausas humanitarias” en Gaza (N° 2712), el 22 de noviembre se consiguió un acuerdo negociado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, consistente en una pausa de cuatro días (24 al 27 de noviembre) en los ataques terrestres y aéreos, la liberación de 50 rehenes israelíes y 150 prisioneros palestinos, más la llegada continua de ayuda humanitaria. Luego, los negociadores lograron una prórroga por dos y luego por un día más. Las conversaciones se interrumpieron por acusaciones mutuas de violar la tregua, reiniciándose los combates el 2 de diciembre.
Rol de Qatar y Egipto en las negociaciones
El 6 de mayo de 2024 puede ser considerado como el momento de máximo acercamiento entre las partes para un alto al fuego. En tal fecha, Hamás aceptó la denominada “Propuesta de cese al fuego en tres fases” (Three-phase Ceasefire Proposal), nuevamente elaborada con la mediación de Qatar y Egipto, y respaldada por Estados Unidos. La “propuesta en tres fases” entre Israel y Hamás planteaba un armisticio de seis semanas, un plan progresivo de intercambio de prisioneros, que incluía la liberación de todos los israelíes secuestrados en Gaza, a cambio de algunos detenidos palestinos, para pasar paulatinamente a un cese del fuego permanente, la retirada de Israel de Gaza y un proceso de reconstrucción de la franja, que duraría entre tres y cinco años.
Resulta interesante la participación de Qatar y Egipto en esta iniciativa de paz. Qatar se ha erigido como un país confiable para las negociaciones, gracias a sus buenas relaciones con todas las partes dialogantes y a un creciente mejoramiento de su imagen-país. Su rol como facilitador, según variados análisis, tendría veinticinco años de prestigio, con una audaz política exterior “basada en la multilateralidad, los principios humanitarios y la solidaridad”. Como Estados Unidos e Israel no compartirán nunca una mesa con quienes consideran terroristas, los delegados de Hamás se reúnen con Qatar y también con Egipto, países que recogen la postura de los islamistas y la llevan a Israel y sus pares de Occidente (Política Exterior , 2024).
La neutralidad de Qatar es una apuesta arriesgada, ya que colabora con Hamás y también es socio de Estados Unidos; empero, es beneficiosa entre adversarios que se han rigidizado en sus principios y exigencias. El Ministro de Defensa catarí, Khalid Bin Mohammad Al-Attiyah, afirmó en una conferencia en junio de 2024 que el núcleo de las relaciones exteriores de su país es “una política de comunicación abierta y coherente con nuestros socios estatales, priorizando el diálogo y el compromiso. Todos podemos señalar eventos en la historia global reciente que podrían haberse beneficiado de este enfoque, pero Qatar sigue abogando por el diálogo y respaldando la mediación como la principal herramienta para la resolución de conflictos y la paz duradera” (IISS, 2024).
En particular en la situación en Gaza, la figura de Al-Attiyah se ha visto reforzada con la del primer ministro catarí –quien también es su canciller– Mohammed bin Abdulrahman al Thani, quien se ha vuelto fundamental a la hora de pensar en un cese de los fuegos en Oriente Medio, y se ha convertido en interlocutor esencial del secretario Blinken (Financial Times, 2024).
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El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, junto al primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman al Thani, durante una reunión en Jordania para dialogar sobre la situación en Gaza.
(Fuente: AFP).
Tras un impasse con Israel, los valiosos esfuerzos diplomáticos dispuestos en la “propuesta en tres fases” fueron abortados con el inicio de la operación terrestre de las FDI sobre Rafah el 8 de mayo. Sin embargo, el 31 de mayo fue anunciada una nueva propuesta en tres fases para un alto el fuego, presentada por Estados Unidos con la anuencia de Israel, la cual fue aprobada por resolución del Consejo Seguridad ONU N° 2735 (ver cuadro resumen).
Cuadro 1
Texto de la Propuesta en 3 Fases presentada por Estados Unidos (31 de mayo de 2024)
| Texto de la Propuesta en 3 Fases
a) Fase 1: un alto el fuego inmediato, total y completo acompañado de la liberación de los rehenes, incluidas las mujeres y las personas ancianas y heridas, la devolución de los restos de algunos rehenes que han resultado muertos, el intercambio de prisioneros palestinos, la retirada de las fuerzas israelíes de las zonas pobladas de Gaza y el regreso de los civiles palestinos a sus hogares y vecindarios de todas las zonas de Gaza, incluido el norte, así como la distribución segura y efectiva de asistencia humanitaria a gran escala en toda la Franja de Gaza a todos los civiles palestinos que la necesiten, incluidas las viviendas entregadas por la comunidad internacional; b) Fase 2: previo acuerdo de las partes, el fin permanente de las hostilidades, a cambio de la liberación de todos los demás rehenes que aún permanezcan en Gaza, y la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza; y c) Fase 3: el inicio de un gran plan plurianual de reconstrucción para Gaza y la devolución de los restos de los rehenes fallecidos que aún permanezcan en Gaza a sus familias. |
Fuente: ONU.
La posición mediadora de Egipto ha sido más delicada, por cuanto el desastre en Gaza le afecta directamente en su frontera. Esta situación pudo apreciarse a mediados de agosto pasado, cuando se generó la más reciente propuesta de armisticio, con conversaciones precisamente en la capital egipcia, El Cairo, y en El Alamein. La “propuesta de transición” (“bridging proposal”) del 19 de agosto, de hecho, afectaba los propios intereses de Egipto y los tratados previos suscritos con Israel, que apoyaba el armisticio con el impulso permanente de Blinken (BBC, 2024). La iniciativa, basada en la “propuesta de tres fases”, contenía también tres etapas, donde Hamás debía liberar a los rehenes civiles más vulnerables, a cambio de una tregua de Israel por seis semanas. Posterior a este paso, se negociarían las otras dos fases, similares al acuerdo de mayo. Esta vez, la diferencia fue la oposición de Israel a un cese al fuego permanente y la insistencia a permanecer en el “Corredor de Filadelfia”, pasadizo estratégico de Gaza trazado en la frontera con Egipto.
Con ello, Egipto se mostró escéptico con la “propuesta de transición”, ya que este nuevo acuerdo no obligaba a Israel a retirarse definitivamente de Gaza, regresando el proceso a la estrategia de las “pausas”. Del mismo modo, tampoco establecía la salida de Israel de los corredores estratégicos de la franja de Gaza (Filadelfia y Netzarim, que recorre Gaza de este a oeste). En este sentido, para Egipto es imprescindible una fórmula en que Israel se retire del pasadizo Filadelfia, y cerrar definitivamente el paso de Rafah, el cual ha sido esencial para la ayuda humanitaria (Pbs.org, 2024). Si bien la posición mediadora de Egipto siempre ha estado al límite, llegando a retirarse de las negociaciones en enero de 2024, su rol, en la figura de su máximo diplomático y ministro de Relaciones Exteriores, Badr Abdelatty, ha sido muy valorado y ha recobrado fuerzas, especialmente después del reciente apoyo de Rusia (Ahram Online, 2024).
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El Ministro de Relaciones Exteriores de Egipto (izquierda) recibe el apoyo como mediador por parte de Rusia, a través del Canciller Sergey Lavrov (derecha), tras una reunión en Moscú en septiembre de 2024.
(Fuente: AFP).
Conclusiones
A pesar de todos los esfuerzos de terceros actores por intentar llegar a un estado de paz en la región, existen algunas condiciones previas para su logro, las cuales no se han alcanzado hasta la fecha. En este sentido, aún existen objetivos vitales de los beligerantes en juego, y ninguna de las dos partes ha conseguido una clara victoria militar. Este último aspecto es difícil de concretar cuando las operaciones militares sitúan a una fuerza convencional enfrentando a fuerzas irregulares. Incluso si se reflexiona en un cese al fuego, el camino se avizora como complejo.
Recientemente Israel, en múltiples frentes de combate, está sometido a una fuerte presión internacional por una tregua, y a presiones políticas al interior de su país por el fin de la guerra y el retorno de rehenes a casa. Teniendo en cuenta que Israel no se enfrenta directamente a estados, sino a grupos armados considerados por varios países como terroristas, financiados y apoyados por Irán, la posición de Tel Aviv se ha vuelto cada vez más difícil de explicar discursivamente y de desarrollar en acciones diplomáticas y bélicas.
Los objetivos políticos de Israel en Gaza, son, por una parte, el retorno de los más de 200 rehenes que aún se encontrarían bajo la custodia de Hamás, sin certeza de si aún hay secuestrados con vida; por otra parte, Tel Aviv busca también el desmantelamiento de esta organización islámica. Hoy, considerando también como adversario a Hezbolá en el frente norte del Líbano, otra de sus metas es que los 70 mil israelíes desplazados en el Líbano vuelvan a casa sanos y salvos, junto con la desarticulación de Hezbolá. Por ello, recientemente Israel ha establecido, mediante su embajador ante la ONU, Danny Danon, dos condiciones para que se produzca un alto el fuego en Oriente Medio: el cese de los bombardeos a las comunidades civiles israelíes, especialmente en la frontera norte, y el repliegue de Hezbolá al norte del río Litani, en conformidad con la Resolución 1701 de la ONU, adoptada en el Consejo de Seguridad en 2006.
La apelación a la Resolución 1701 busca, al igual como lo ha solicitado también la Unión Europea, regresar a una visión más equilibrada del conflicto. La propia ONU ha sido tajante con Israel, en sus diferentes resoluciones de la Asamblea y el Consejo de Seguridad –como la del pasado 18 de septiembre-, y no tanto con Hamás y Hezbolá.
En tanto, la causa palestina ha ido ganando espacio en el terreno comunicacional, mientras la crisis en Gaza se agudiza día a día, con factores como la hambruna y los continuos bombardeos. Hace unos días, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, se encontraba en la capital libanesa para trazar líneas hacia la detención de la escalada regional. Para Irán, la tregua debe cumplir con la siguiente condición: de que sea respaldada por Hezbolá, y que sea simultánea tanto en la Franja como en Beirut. Sostuvo Araqchi: “Apoyamos los esfuerzos para un alto el fuego con la condición de que sea aceptable para el pueblo libanés, aceptable para la Resistencia y, en tercer lugar, que esté sincronizado con un alto el fuego en Gaza” (Reuters, 2024). Así, Líbano e Irán se convertirán, durante los próximos meses, en nuevos actores para las negociaciones de paz, como lo demuestra las últimas acciones diplomáticas del mediador Qatar, cuyo primer ministro y canciller Mohammed bin Abdulrahman Al Thani ha iniciado conversaciones con el gobierno y parlamento libanés (Gulf Times, 2024).
Finalmente, respecto de Estados Unidos, a escasos días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, las negociaciones de paz podrían sufrir algún ajuste o modificación mayor con la probable salida de Antony Blinken y el equipo diplomático norteamericano, después de un año de construcción de confianzas mutuas.
Bibliografía
Ahram Online. (16 de septiembre de 2024). Russia supports Egypt mediation efforts to reach immediate ceasefire in Gaza: Lavrov to Abdelatty. Obtenido de https://english.ahram.org.eg/News/531893.aspx
BBC. (19 de agosto de 2024). Israel accepts ‘bridging proposal’ for ceasefire deal – Blinken. Obtenido de https://www.bbc.com/news/articles/c5y3xzex72no
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EFE. (4 de octubre de 2024). El 6 % de la población de Gaza ha muerto o ha resultado herida en bombardeos de Israel. Obtenido de https://efe.com/mundo/2024-10-04/guerra-gaza-balance-victimas-oms/
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IISS. (2024 de junio de 2024). 21st Asia Security Summit, Fourth Plenary Session “CROSS-REGIONAL SECURITY ORDER”. Obtenido de https://www.iiss.org/globalassets/media-library—content–migration/files/shangri-la-dialogue/2024/transcripts/final/p4/dr-khalid-bin-mohammad-al-attiyah-deputy-prime-minister-minister-of-state-for-defense-affairs-qatar—as-delivered.pdf
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The New York Times. (11 de enero de 2024). Blinken Talks a Grand Vision for Mideast Peace but Hits a Wall in Israel. Obtenido de https://www.nytimes.com/2024/01/11/us/politics/blinken-israel-gaza-middle-east-peace.html